Pedro Miguel Reinas André Pereira Baptista
RN, H. U. La Princesa
Madrid, Spain
pedroreinas@gmail.com
En este capítulo abordaremos el lado ecológico, respetuoso con el medio ambiente, de la diálisis domiciliaria versus la diálisis convencional en un centro sanitario.
La gestión “verde” en hemodiálisis o “ecodiálisis” es una tendencia que deberá incluir la protección del medio ambiente y del clima como estrategia para un desarrollo sostenible. Los pacientes diagnosticados con enfermedad renal en fase terminal están aumentando. La expectativa de vida prolongada y la creciente incidencia relacionada con enfermedades concomitantes como la diabetes, contribuyen a este aumento. Se prevé que en 2020 habrá 3,5 millones de pacientes en todo el mundo en terapia renal sustitutiva1.
Este tipo de terapia lleva asociada una alta producción de residuos, el plástico principalmente, junto con un alto consumo de energía, agua y materias primas.
Este capítulo tiene como objetivo crear conciencia sobre el ahorro de recursos, abarcando el agua, electricidad, logística y gestión de residuos.
Este capítulo es sólo un pequeño acercamiento sobre el tema. Destacan iniciativas como «Green Nephrology» (https://sustainablehealthcare.org.uk/green-nephrology) y «Green Dialysis» (www.greendialysis.org) o las propias de sociedades como European Dialysis and Transplant Nurses Association/European Renal Care Association (EDTNA/ERCA) con su Guía medioambiental para diálisis2. Contamos con instrumentos destacados para la protección medioambiental, junto a los impuestos y los beneficios fiscales, la legislación y la normativa existente de residuos sanitarios aparecen los sistemas voluntarios de gestión medioambiental (SGMA):
Environmental Management and Auditing System (EMAS III) e International Organization for Standardization (ISO 14001:2004), los 2 referentes internacionales que ofrecen a las instituciones y empresas la catalogación como organizaciones «respetuosas con el medio ambiente».
El protocolo de Kyoto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tiene como objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global: dióxido de carbono (CO2), gas metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y 3 gases industriales fluorados: perhidrofluorocarbonos (HFCs) y hexafluoruro de azufre (SF)6.
Fuente: Protocolo GHG
Esto se traduce en la huella de carbono; «la medida del impacto que nuestras actividades tienen sobre el medio ambiente, especialmente sobre el cambio climático», es la cuantificación de las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero, como las descritas anteriormente. Estos se liberan a la atmósfera como consecuencia de la actividad de una empresa, el ciclo de vida de un producto, la organización de un evento o la actividad de una persona.”
El propósito de este protocolo es contribuir a un ambiente más sano, y apoyar la capacidad de los países para controlar la huella de carbono, evitando su aumento con una serie de medidas a adoptar en nuestra actividad diaria.
Para la diálisis ecológica es importante entender la huella de carbono de cada tipo de hemodiálisis:
Un informe clave del Reino Unido incluía: energía utilizada, traslados de pacientes y personal sanitario, equipos médicos, agua, papel, lavandería, construcción (instalaciones, mantenimiento), estructura sanitaria, gestión de residuos (incineración sanitaria; vertedero de residuos domésticos), cirugía de acceso vascular y visitas ambulatorias para determinar la huella de carbono de los pacientes de diálisis9.
Las huellas de carbono totales fueron:
El estudio concluyó que la mayoría de las emisiones son generadas por equipos médicos, un 37%, la energía un 21% y el transporte de pacientes, un 20%. La baja tasa con el sistema NxStage se debe a varios puntos donde se pueden ahorrar emisiones de CO2, tales como: transporte del personal de enfermería y el paciente, agua, lavandería, construcción de instalaciones, estructura sanitaria y visitas ambulatorias al hospital.
Se ha demostrado que el aumento de la frecuencia de la diálisis mejorará los resultados clínicos (véase el capítulo 3), sin embargo, la frecuencia de HD aumentada está directamente relacionada con un aumento de las emisiones de CO2 en la atmósfera.
La huella de carbono de la diálisis está influenciada más por la frecuencia de los tratamientos que por su duración.
La incorporación de tecnologías emergentes, como el equipo NxStage, en los programas de HD, podría ofrecer una posible solución a este problema. También es evidente que deberían evaluarse las huellas de carbono de otras nuevas tecnologías.
Un paciente que está en diálisis tres veces por semana durante cuatro horas, tiene en contacto directo con su sangre aproximadamente 360 litros de agua. Con respecto al consumo de agua, también debe considerarse que un tratamiento de agua puede funcionar de forma continua incluso cuando las máquinas de diálisis están inactivas y la capacidad de producción suele ser de gran tamaño para asegurar mayores flujos durante la desinfección de las máquinas de diálisis. Si esta agua no es tratada y purificada, la morbilidad y la mortalidad serían elevadas. Desafortunadamente el tratamiento de agua gasta mucha energía para transformar el agua potable en agua que cumpla las normas internacionales de diálisis respecto al tema. Hay varias recomendaciones generales sobre cómo el tratamiento del agua debe alcanzar la calidad del agua ultra pura una vez tratada: una ósmosis de doble etapa, o una etapa con un segundo elemento compuesto de una o de una combinación de los siguientes: a) lámpara ultravioleta más ultrafiltro; b) ultrafiltro; C) electro desionizador4. Las normas europeas describen cómo construir, certificar y mantener el rendimiento de un tratamiento de agua para la HD, así como la calidad requerida para el líquido de hemodiálisis en «Guía para la preparación y gestión de la calidad de los líquidos para la hemodiálisis y terapias afines», ISO 23500:2014 y en «Calidad del líquido de diálisis para hemodiálisis y terapias afines «, ISO 11663:2014.
Sin embargo, estas normas no consideran el aspecto ecológico de la producción del líquido de diálisis. La proporción de agua necesaria para producir dializado en un sistema RO puede ser de 10:1 (es decir, por cada litro de agua producida por el sistema RO, se requieren 10 litros de agua, de los cuales 9 litros son desechados a través del desagüe como aguas residuales). Esto conlleva una importante necesidad de abastecimiento de agua, que lleva asociado un alto costo.
El monitor NxStage sólo requiere unos 30 litros de agua pura para cada sesión. Obviamente la cantidad de agua requerida depende de la prescripción de la sesión. NxStage utiliza bolsas de dializado listas para usar, o puede preparar un lote de dializado con PureFlow SL que prepara hasta 60 litros de dializado ultrapuro que se utiliza completamente. Con una moderna tecnología de desionización, el agua entrante se convierte en agua ultrapura del producto sobre una base 1:1, de modo que un litro de agua del producto está preparado con un litro de agua del suministro doméstico. El sistema PureFlow SL prepara lotes de 40, 50 o 60 litros de dializado que, según la prescripción del paciente, pudiendo ser utilizado hasta en tres tratamientos.
PureFlow SL minimiza la carga de trabajo relacionada con el suministro, conservación, gestión y eliminación de bolsas preenvasadas de dializado. Cada bolsa de concentrado (Sak) sustituye de ocho a doce bolsas de cinco litros de dializado, premezclados, dependiendo de la prescripción del paciente9.
El valor del agua consumida durante una semana en los tratamientos de PureFlow SL es, en promedio, el costo de hacer la colada en una lavadora de carga superior.
La infraestructura PureFlow SL requiere una instalación sencilla en comparación con las máquinas de HD estándar. PureFlow SL sólo requiere una conexión simple a la salida de agua, por lo que no es necesario realizar modificaciones en el domicilio para instalarlo. La conexión del agua se hace a través de un simple adaptador al grifo, a la toma de la lavadora o a la toma debajo del fregadero.
PureFlow SL trabaja con electricidad doméstica estándar. Utiliza un cable de alimentación estándar, por lo que no es necesario que un electricista instale el PureFlow SL8.
Europa tiene medidas estándar para la calidad del agua y el diseño-validación de un tratamiento de agua (Apéndice 1). Para más detalles, por favor lea «Guía para la preparación y gestión de la calidad de los líquidos para hemodiálisis y terapias relacionadas», ISO 23500:2014 y «Calidad del líquido de diálisis para hemodiálisis y terapias afines «, ISO 11663:2014.
El Diseño de una planta de tratamiento de agua para hemodiálisis, incluye diferentes etapas que se pueden definir como: 1. preparación, 2. tratamiento previo, 3. tratamiento y 4. distribución.
Otras formas de reducir el uso de agua en la hemodiálisis incluyen el reciclaje de residuos de agua RO (no relevante para la máquina NxStage) o el uso de residuos RO para otras funciones como por ejemplo para el riego y limpieza.
El tratamiento en el centro de los pacientes con hemodiálisis deja una gran huella ambiental, utiliza altos niveles de potencia (aproximadamente 1.000 kilovatios por hora (kWh) que se necesita en parte en la producción de 80.000 L de agua por paciente, por año. El agua del RO es energía-costosa6.
Se utilizan aproximadamente 2,5-3,5 kWh para máquinas de hemodiálisis estándar, además de la electricidad usada para el tratamiento del agua, de la calefacción y del aire acondicionado. Transportar, extraer y consumir esta energía contribuyen a la huella de carbono9.
El monitor NxStage utiliza aproximadamente 0.1 kWh durante una sesión de hemodiálisis10.
El objetivo es reducir el gasto energético con medidas tales como:
LIluminación:
Los LEDs modernos son más eficientes en cuanto a energía. Esta tecnología permite ahorrar más de 50% (en algunas situaciones puede llegar al 90% en comparación con las tecnologías tradicionales) en comparación con la iluminación estándar y con una ventaja añadida, al tener una vida media superior.
El uso de sensores de movimiento, sensores de luz diurna, temporizadores y opciones varias para regular el nivel de iluminación, también puede reducir el consumo de energía.
También puede ser posible modular el nivel de iluminación para que se ajuste a los requisitos de las actividades que se están llevando a cabo. Un ejemplo es que las luces en una sala de diálisis sean tenues y sólo aumenten cuando las actividades médicas y/o asistenciales así lo requieran. En cuanto a la modulación individual intentar concentrar la iluminación, en áreas y tiempos en los que sea necesario.
Calefacción y enfriamiento:
Los requerimientos de los profesionales y pacientes con frecuencia no coinciden. Los pacientes son a menudo muy sensibles al aire frío en las áreas de tratamiento. Normalmente permanecen sentados o acostados durante el mismo, no generan energía o temperatura corporal y aunque la diálisis es una terapia exotérmica, la circulación extracorpórea está refrescando la temperatura sanguínea. Los pacientes son especialmente sensibles a las corrientes de aire frío. La actividad del personal sanitario hace que la mayor parte del tiempo esté en movimiento, y afrontan mejor los ambientes más frescos1.
Producción de dializado:
El uso eléctrico máximo de PureFlow SL es de 400 W por hora. Si el PureFlow SL está en un modo en el que no hay fluido, la placa de calentamiento está apagada. La carga eléctrica promedio de PureFlow SL cuando se usa a temperatura ambiente (18 a 22°C) es equivalente a un único rayo de luz de 100W en funcionamiento continuo. Esto suma aproximadamente 70 kilovatios por hora (kWh) por mes. La instalación y el uso del sistema PureFlow SL no alteran significativamente el entorno y la comodidad del paciente en su domicilio.
Otras formas de ahorrar energía:
Si es posible, debemos usar dispositivos médicos que sean eficientes para el ahorro de energía. En todos los dispositivos debe identificarse si pueden cambiar a modo «standby» u «off» después de un tratamiento, por la noche o los fines de semana.
La logística implica varios factores que son indispensables para el funcionamiento de cada unidad de HD. Estos pueden ser:
Connor y otros compararon la huella de carbono según un estudio para transporte3.
En Centro Sanitario - kgCO2Eq | NxStage - kgCO2Eq | |
Paciente | 747 | 19 |
Personal | 175 | 28 |
La reducción del transporte de personas y consumibles es la mayor oportunidad de reducir los gastos energéticos. La reagrupación de vehículos, el transporte público, la transferencia de pacientes a las unidades de diálisis cercanas a su domicilio y, por supuesto, el aumento de la diálisis domiciliaria, reduce el uso del transporte.
Las estrategias sencillas son a menudo las mejores: fomentar la reutilización de mantas, métodos de cocción eficientes en energía, reciclaje de plásticos y la obtención de suministros de la fuente más cercana.
El residuo es cualquier sustancia que se descarta después de un uso primario, o es inútil, defectuoso o de ninguna utilidad. Entre los ejemplos se incluyen los residuos sólidos municipales (basura doméstica), residuos peligrosos, aguas residuales (incluidas las aguas excedentes y de superficie) y residuos radiactivos.
Hay muchos sistemas de eliminación de residuos:
Los residuos biomédicos son cualquier tipo de residuo que contiene materiales infecciosos (o potencialmente infecciosos) y requieren una red de eliminación específica. La incineración gasta altos niveles de energía para alcanzar altas temperaturas que eliminen todos los contaminantes dañinos para la salud pública.
Los residuos domésticos, que no constituyen un peligro para la salud pública, pueden ser eliminados en un proceso de eliminación rutinaria o reciclados.
Es importante minimizar los residuos que se van a incinerar y maximizar la eliminación de cualquier residuo no contaminado en residuos generales o reciclaje. El uso de dos recipientes, uno para contaminados y otro para residuos no contaminados, puede reducir las necesidades de incineración. También las agujas tienen que ser desechadas en un envase apropiado.
Es importante evaluar si los residuos no contaminados pueden ser reciclados, enseñando a los pacientes y/o cuidadores, a la vez que se comprueba que los residuos se han gestionado correctamente.
Tanto los centros sanitarios como la comunidad, ofrecen reciclaje y es importante aprovechar las oportunidades de reciclaje locales. El reciclaje es cada vez más importante y hay muchos nuevos materiales plásticos y cristalinos que pueden ser reciclados. Las unidades de diálisis pueden seleccionar productos que sean reciclables; por ejemplo las bolsas, una cierta cubierta, embalajes de cartón, embalaje plástico, tapones de plástico; aprovechando para separar los distintos materiales en contenedores específicos tal como lo hacemos al clasificar residuos domésticos.
Para proteger nuestro medio ambiente, es importante revisar cada paso que constituye la utilización de la logística, la energía y el agua:
Todos somos responsables del medio ambiente. Todos podemos contribuir a reducir la creciente huella de carbono y cada esfuerzo es valioso.
Hoy en día es posible medir la contaminación en Kg CO2 Eq7.
El personal de enfermería y los pacientes deben ser formados para que puedan tomar decisiones correctas sobre cómo reducir la huella de carbono porque la técnica de diálisis tiene un impacto grave al utilizar grandes volúmenes de agua, alta potencia eléctrica y productos químicos para la desinfección.
El cambio climático sigue siendo una preocupación mundial para los gobiernos, las empresas y los ciudadanos. Se está divulgando más información sobre las emisiones producidas por ciertos tipos de actividades, eventos o incluso la vida cotidiana de una persona de a pie; y el cálculo de la huella de carbono puede ayudarnos a responder a todas estas cuestiones.